sábado, 17 de octubre de 2015

OCTUBRE

OCTUBRE

Cuando llega el mes de Octubre, empapado de nubes, tan grises
y tan rebosantes de oscuridad, sé que el otoño ha llegado. Y veo
por los cristales como se quedan las calles vacías, y las tardes
se hacen eternas, y los niños no corren, y las personas casi ni se
paran a hablar... pienso que es tiempo de quedarse en casa.

Porque las casas en esta época vuelven a recuperar la vida que
no tenían. Como si antes, me refiero en el verano, se hubieran
puesto ropa de verano, con menos atuendos, más vaporosas,
menos abigarradas, más chillonas, ...  y como si las mismas casas
en esa estación, nos quisieran expulsar de su cobijo y
mandarnos a la calle a jugar, a pasear, a charlar con los amigos,
de VERANO Y YA ESTÁ!!!... es como si no quisieran tenernos.
Pero en Octubre, como ahora, solo abren la boca para llamarnos
y pedirnos que entremos. Las casas en este tiempo, quieren que
estemos dentro y que nos sentemos a ver la televisión, o a
encender el ordenador y chatear, o leer una novela, o llamar
por teléfono a alguien, o, incluso, escribir. Hace otra
temperatura, es como el calor de una madre.

Si, el mes de Octubre tiene también su encanto. Parece más
triste, pero tiene recuerdos que te hacen soñar, y te hacen reír,
y algunas veces, te dan rabia porque piensas en las cosas que no
pudiste hacer, pero, en fin, al año que viene las harás, seguro.

COMUNERO

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